Mariano Moreno

Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas iluciones sucederán a las antiguas, y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
Mariano Moreno

lunes, 10 de octubre de 2011

El Che y su pertenencia.

Es extraordinario el avance hegemónico que viene desarrollando la burguesía en todos los campos y en la cultura en general imponiendo sus necesidades como las necesidades de las grandes mayorías. Y no es el aniversario del Che la excepción a tal operatoria. Necesitan que la leyenda o el mito revolucionario sea parte de lo que ellos proponen como ‘posible’, porque es mejor que lo tomen ellos como suyo y no que lo tome el pueblo como ejemplo de lucha revolucionaria. Por esto esta razón lo resignifican invirtiendo sus actos y sus ideas para poder tomarlo como propio, para adaptarlo a su realidad y presentarlo como un ejemplo coherente con sus propuestas y como si seguir sus ideas y la de ellos fuera lo mismo.


Algunas semanas atrás había escrito sobre uno de los capítulos del programa de Feimman en el canal encuentro , en el cual se había dedicado a denostar las capacidades políticas e ideológicas del comandante reduciéndolo a un simple idealista, que con actos de arrojo se catapulto al lugar de héroe romántico y utopista.

En esta , la semana de su aniversario, no ha cambiado en general el contenido con el cual se lo rescata desde los diferentes campos, ya sean periodistas, intelectuales o académicos, el Che es devuelto a la escena política como un romántico, con buenos y nobles valores. Los rescatan tratando de insertarlo en su acervo político y cultural. Así como se han apoderado de la reivindicación de los DDHH y la pertenencia política de los desaparecidos a sus filas, hoy tratan en el mismo sentido de apoderarse de la figura del Che, con los mismos fines, tratando de acercarlo culturalmente al proyecto político que, enmascarado detrás del progresismo humanitario, no deja de seguir reproduciendo el sistema de explotación capitalista en cual vivimos, el cual deja morir 1500 niños por año por causas evitables, los mismo que han sido cómplices con el menemismo, que reniegan de las desnacionalización y le entregan los recursos nacionales a las transnacionales, los mismos que legalizan la explotación minera a cielo abierto, entregando nuestros minerales a cambio de contaminación, los mismo que hablan de los pueblos primitivos y matan a los qom, siendo cómplices del robo de sus tierras, la misma complicidad con la que usan sus patotas para matar a Ferreyra o armar causas para encarcelar a Sobrero.

Y de vuelta hago hincapié en la incapacidad del campo revolucionario de influir ideológicamente en esta descomunal batalla , donde es necesario ser autocritico y hacerse cargo de nuestras insuficiencias, a la hora de entablar la lucha en el campo de las ideas, el enemigo es astuto y rápido, no solamente ha reformulado la construcción ideológica a la hora de argumentar su legitimación del sistema capitalista, sino que hábilmente ha construido todos los agentes necesarios para difundir sus ideas. Intelectuales que no solamente escriben libros y edifican seudo teorías marxistas sino que intervienen asiduamente tanto en medios televisivos como radiales, programa periodísticos, que analizan la vida del Che como un cuento digno de tener presente, ya que como el tango y Maradona son famosos en el mundo, por lo cual hay que adaptarlo a los valores Argentinos, por supuestos valores que se mantienen dentro de los limites burgueses.

Han logrado masificar al comandante, convertirlo en un héroe posible de convivir en éste sistema de explotación , lograron que cualquier poligrillo de cuarta hable de él o invoque frases suyas como si adhirieran a su causa, como si conocieran la profundidad de sus pensamientos, como si fueran portadores de su compromiso revolucionario por derrotar al capitalismo.

Y quizás para algunos esto suena como un grito de principismo y tal vez eso sea, porque es importante conservar los principios, porque no se puede seguir siendo cómplice silencioso de la utilización de nuestros revolucionarios por parte del enemigo para legitimar sus políticas y avasallar al campo popular.

Seguramente no soy el único que piensa y que hace buscando seguir ese camino revolucionario que marco el Che, son muchos los compañeros que construyen a diario un camino distinto y antagónico al que nos imponen, pero siento que al igual que yo todavía nuestros gritos de guerra antimperialista son suaves comparados a la potencia de la hegemonía burguesa. Pero estoy seguro que en este camino los gritos y los esfuerzos se irán mancomunando para formar las herramientas necesarias que den sepultura al mal que aqueja cada vez más a las clases desposeídas y ese será nuestro mejor homenaje para todos los revolucionarios que como el Che han puesto su vida al servicio de la revolución socialista.